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Empezar a correr
Van a hacer ya tres años que empecé a correr. Empecé por varios motivos. Un poco motivada por mi cuñada Marcela. Cada vez que nos veíamos me contaba todos los lugares por los que corría y cómo se iba superando. Escucharla me parecía mágico y el desafío me fue entusiasmando.
Realmente nunca fui buena corriendo distancias largas. En ese entonces no podía correr diez minutos seguidos sin dejar la vida en ello. Ella, me insistía que todos podíamos correr, y que, con práctica, en poco tiempo, estaría corriendo 10 kilómetros sin dificultad. En ese momento me resultaba difícil creerle, pero la posibilidad de ser capaz de correr sin morir en el intento me fascinaba.
Así empecé de a poco.
Tenía razón.
Todos podemos correr.
3 ventajas de correr
Una vez empecé a correr asiduamente, descubrí otras tres ventajas que terminaron por atraparme:
- Lo práctico. Me di cuenta de lo fácil qué es y cómo se ajusta a mi vida. No hay horarios fijos, no hay compromisos, se corre cuando uno puede y dónde esté. Insume muy poco tiempo y desde que salís de tu casa ya podés empezar. Sólo necesitas unos zapatos adecuados, nada más.
- El estar al aire libre, el contacto con la naturaleza;
- La cantidad de lugares nuevos que descubrís, o re descubrís. Corriendo miras desde otra perspectiva. Como si corriendo o caminando recorrieras los espacios desde adentro. Parques, costas, calles, barrios que uno pasa cantidad de veces, pero no los ves. Corriendo los disfrutas, los observas. También empecé a correr cuando viajo. Es de las cosas más lindas que he hecho. Correr en ciudades y conocerlas como Salvador de Bahía, Roma es un placer a todos los sentidos.
En estos años fui acumulando muchos de estos circuitos. Algunos los corrí, otros los guardo para correrlos en algún momento. En el próximo artículo vamos a recomendar alguno de ellos.
¿¿Compartis estas ventajas o descubriste otras? ¿¿Cuál es tu principal motivación para seguir corriendo?
Sentite libre de dejar tus comentarios. ¿¡Gracias!
PALABRAS: MARIANA FOTOGRAFíA: LUCIANO ROSANO
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