3 recomendaciones para despertarnos y vivir nuestra vida

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Qué difí­cil se nos hace permitir, tan solo permitir que las cosas pasen. Confiar en el universo y en su perfección. Confiar en nosotros mismos y en nuestra voz interior. Lograr estar en silencio. Escuchar a esa voz única, para luego, recién luego, accionar.

La simpleza y sencillez de este proceso (o habrí­a que llamarlo filosofí­a) es increí­ble, y mas increí­ble es, que, cuando uno se deja llevar por esta sabidurí­a, un poquito solamente, un par de dí­as, un par de semanas o con suerte un par de meses, los acontecimientos que comienzan a suceder en nuestras vidas superan la ficción. Uno a uno, se desenvuelven, se acomodan de maneras que nosotros nunca podrí­amos haber ni siquiera imaginado. Mucho menos planificado o controlado.

Supongo, una de las razones que se nos hace tan difí­cil es, porque nunca nos enseñaron nada de esto. En general y con la mejor de las intenciones nos enseñaron todo lo contrario. Años y años de esfuerzo en conjunto para el otro lado.

Entonces nos encontramos perdidos, se nos hace cuesta arriba.

Muchas veces nos sentimos angustiados, tristes, deprimidos, no cuesta encontrar entusiasmo por la vida. Otras veces nos notamos enojados, de mal humor. La vida se nos hace un lugar hostil y nos sentimos impotentes. Nos cuesta levantarnos en las mañanas y estamos apaleados por las noches. Nos movemos en relaciones tensas. Echamos la culpa a las circunstancias exteriores, a nuestra pareja, a nuestro hijos, a nuestros padres. Si ellos fueran diferentes, estarí­amos bien. El condicional aparece con todas sus fuerzas, Si tuviera mas dinero, otro trabajo, una casa, una pareja, si fuera mas inteligente, mas delgada, ….

Nuestro ser nos habla a través de todas estas emociones, pero no lo sabemos. Pensamos que hay algo mal con nosotros. No sabemos parar, estar en silencio. Seguimos…

Entonces nuestro ser arremete con mas fuerza para ser escuchado, empiezan los dolores fí­sicos, nos duele la cabeza, la espalda, el estomago, nos resfriamos etc etc…

Pero seguimos sin escuchar. Tomamos algo para apagar esos sí­ntomas. Los sí­ntomas se vuelven crónicos. Vamos al medico. El sistema avala el circulo vicioso y toma medidas mas drásticas para acallar a nuestro ser, que pide a gritos ser escuchado.

Nosotros sentimos que hay algo que debe de ser diferente, lo sentimos. Pero no sabemos que es y seguimos…

En algún momento, por distintas razones despertamos y comenzamos a darnos cuenta. Empezamos de a poco a tomar decisiones conscientes. A vivir y a disfrutar los momentos presentes. Agradecemos lo que ya tenemos y lo disfrutamos, pensamos y pedimos a la vida lo que queremos sin miedos.

Comenzamos un camino alucinante, un camino consciente, único, nuestro. Un camino de desprogramar, de soltar. Dejamos atrás hábitos viejos y nos sumergimos en nuevos que nos generan alegrí­a, paz y confianza.

En este camino consciente, de un constante alinearse identifico tres prácticas constantes que me han ayudado mucho y me siguen ayudando hasta el dí­a de hoy y se las quiero compartir:

1. Buscar ayuda y dejarse ayudar.

   Es el mas importante. Solo practicando este ya bastarí­a y los demás se darí­an naturalmente. Darle una oportunidad a todo lo que sentimos que nos puede ayudar. Sin cuestionar. Sin dudar. Sin darnos o dar explicaciones. Sin importar lo raro, insólito o diferente que nos parezca en ese momento, a nosotros mismos o a nuestro entorno. Dejarnos ayudar puede llevarnos a los lugares mas asombrosos de nuestro interior.

2. Leer.

   Cuando uno lee tiene el mundo en sus manos. Se transporta a infinitas personas, experiencias y lugares. El conocimiento esta ahí­, para el que se encuentre preparado para recibirlo. Se aprende como otras personas piensan, viven o han pensado y vivido. Alimentamos la curiosidad y ejercitamos el cuestionarnos. En mi caso es la lectura que se me ha dado naturalmente, sin embargo puede ser a través de cualquier medio de comunicación que encontremos esa vivencia.

3. El Yoga.

   El Yoga brinda herramientas increí­bles. Te enseña a tener conciencia de tu cuerpo. Conectarte con el. Te da espacio y tiempo para estar con tu ser interior. Te enseña a meditar. Te enseña a escucharte. Te deja ir a tu ritmo. Nuevamente a mi se me presentaron estas herramientas a través del yoga pero hay infinidad de practicas que las trasmiten. Cada uno tiene que encontrar cual es la que le llega al alma.

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Fotografí­a:¿ Biru Capurro.¿ 

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