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La Nutrición un camino de sanación

Les presento a Cecilia Betolaza, joven y hermosa licenciada en Nutrición. En este primer artí­culo nos relata como su enfoque se ha ido transformando. Nos explica cómo y porqué aborda la Nutrición como un camino de autodescubrimiento y sanación personal.

Armoní­a fí­sica, mental y espiritual

¿¡Hola! Para quienes no me conocen, y para los que sí­, pero no mi camino, voy a contar mi trayecto en la Nutrición.

Hoy sigo la Nutrición Integrativa y holí­stica. Dejé atrás la Nutrición tradicional por la cual me inicié. Cuando una persona venga a consulta para bajar de peso, subir o sanar una patologí­a, buscaremos juntos varias herramientas además de una dieta para lograr sus objetivos. Las diferentes situaciones con la que llegan las personas acarrean mucho más que un problema con el alimento. Por lo que, una dieta personalizada, será sólo una de las tantas herramientas que tendremos que usar para sanar.

La OMS define a la salud como “estado de completo bienestar fí­sico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».¿ A esta definición tan simple y profunda a la vez le agregarí­a “estado completo y armonioso de bienestar fí­sico, mental, espiritual y social…” porque un cuerpo, mente y espí­ritu en armoní­a abre las puertas a la salud.

TODO lo que hacemos es pensando nos va a ser más felices

Un dí­a alguien me dijo: “nosotros buscamos ser felices, TODO lo que hacemos es para sentirnos mejor”. Con esto se referí­a desde criar bien a nuestros hijos, hacer bien nuestro trabajo, hasta tener un peso adecuado. Todo lo hacemos para ese sentido propio de estar bien. Creo que es verdad. Primero tenemos que sentirnos bien con lo que tenemos y luego buscar mejoras en nuestra vida. De nada sirve tener el cuerpo perfecto o el trabajo que más dinero nos da, si internamente no estamos bien.

Quiero trasmitirles a los que pasan por mi camino que no creo en una recomendación general nutricional que soluciona un problema. Existen recomendaciones generales las cuales ya no sigo. Hoy sigo recomendaciones personales, de alimentación y estilo de vida. Las cuales serán muy diferentes de un paciente a otro.

Todo sirve para todos y nada sirve para nadie

Mi corto camino me enseñó, y me sigue enseñando, que para sanar es imprescindible lograr armoní­a fí­sica, mental y espiritual. Cualquier profesional, sea de la salud o no, tendrá que utilizar varios enfoques y siempre tratar a la persona como lo que es: única

Somos seres humanos, todos diferentes, con proyectos, metas, problemas, cascadas neuroquí­micas y necesidades nutricionales distintas. Por ese motivo, no sigo las recomendaciones globales. Ni en cuanto a las necesidades de calorí­as, ni sobre los diferentes alimentos, preparaciones, cómo, dónde y con quién consumirlos.

Parecen sólo opiniones personales, sin embargo, para dar mis opiniones me respaldo en la ciencia y en culturas milenarias como por ejemplo la psiconeuroinmunoendocrinologí­a y la medicina Ayurveda (proveniente de India). Esta última tiene una frase muy sabia “todo sirve para todos y nada sirve para nadie”.¿ En otras palabras, hay a quienes les hace bien determinados alimentos y especias y a otros no, en referencia a la parte nutricional. Hay quienes les hace bien alimentos cargados de carbohidratos y hay a quienes no. Hay que dejar de lado el mito “dejemos de comer carbohidratos”, o, “hay que eliminar determinado alimento” y comenzar a preguntarnos ¿¿qué me hace realmente bien?

¿¿Por qué enfermamos?

Alguna vez se preguntaron ¿¿Por qué enfermamos? Parece que fuese una pregunta difí­cil, pero pienso no lo es. Hay muchas respuestas posibles. Por ejemplo, la medicina tradicional contestarí­a “por patógenos que ingresan a nuestro cuerpo”. Un licenciado/a en nutrición puede responder “por la mala alimentación”. Alguien perteneciente a una corriente con enfoque espiritual dirá “por desarmoní­a energética” y así­ sucesivas. Respuestas válidas. Sin embargo, no abarcan el 100% de la causa de una enfermedad.

Es importante tomar todas esas respuestas, de la medicina, de la nutrición, de la psicologí­a, del profesor de gimnasia, yoga, de quien nos hace reiki, entre tantos otros maestros. No podemos quedarnos con una sola respuesta, porque no existe solamente una causa especí­fica. La vida es un sistema, cada accionar va a producir una consecuencia tanto fí­sica como mental, energética y espiritual. El desequilibrio de cualquiera de las partes llevará a un desorden en todo el sistema que es el cuerpo.

No comparto el concepto “crónico”, “enfermedades crónicas”, “obesidad crónica” o “cáncer terminal”.¿  La ciencia ya comprobó que nuestras neuronas tienen plasticidad,¿ Neuroplasticidad, es decir, se modifican. Ya no somos de determinada manera “porque lo heredamos”, somos así­ porque lo elegimos. Todo empieza por nuestra cabeza: pensamientos, sentimientos, afirmaciones y negaciones. Por lo que una patologí­a, aunque proveniente de alguna base genética, persiste únicamente a causa de nuestra actitud frente a la vida. Esta frase resume esta reflexión:

“Cuando cambies los cristales con el que miras el mundo, el mundo cambiará para ti”

Empezar tu propio camino de sanación.

Algunos pueden preguntarse porque hablo de esto cuando soy Licenciada en nutrición. Sin embargo, tiene mucho sentido para mí­. Mi rol como profesional de la salud es guiar y ayudar a las personas.¿  Estas son cuerpo, mente y espí­ritu. Siento debo entender la vida de cada uno de los que pasan por mi consulta.

Para ayudar a alguien a adelgazar, o alguien que lucha con una enfermedad, tengo que tomarme el tiempo de conocerlo y darle todas las herramientas posibles para ser feliz. Primero ayudando a aceptarse y amarse a sí­ mismo. Luego, aprendiendo a ser feliz con lo que ya se tiene y se es. Para después comenzar el trabajo con el foco en donde se quiere llegar y así­ empezar su propio camino de sanación.

Palabras: Cecilia Betolaza. Fotografí­as: Meri Slinger.

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