El cuarto de niños: Seis guías inspiradoras

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Un dormitorio puede ser muchas cosas; de repente tenemos una gran familia y varios de nuestros hijos comparten el mismo espacio con poco lugar más que para las camas, o nuestra casa es tan pequeña, que el dormitorio es un poco más grande que un closet, o por el contrario, es lo suficientemente grande para que cada uno tenga su propio dormitorio.

Cualquier sea el caso, como lo pensamos y lo diseñamos, qué incluimos o qué dejamos fuera, marca las actividades y los ritmos de ellos y los de toda la familia.

Les dejo algunas buenas ideas que me han servido de inspiración al momento de pensar y diseñar estos dormitorios:

1. Que sea un lugar para dormir y para estar en tranquilidad. Es bueno que el dormitorio sea el lugar para dormir o para actividades relacionadas con el recogimiento. Los elementos principales además de la cama son, un placard con su ropa, una mesa de luz con una lámpara de noche, y unos pocos juguetes. Es muy bueno tener una biblioteca o mueble con la mayorí­a de sus libros ya que la lectura es una actividad compatible con el sueño. Todo lo demás es mejor dejarlo para el estar o living familiar. Dedicar el dormitorio para todo lo relacionado con el dormir, la siesta y el soñar despierto.

2. Simplificar. Comenzar con una paleta de colores neutros para pisos y paredes. Los juguetes y las decoraciones de los niños son tan coloridas que traen color la habitación por sí­ solas. El acento de color se incorpora con alfombras, throws, almohadones, cuadros, tapizados o cualquier objeto que nos guste.

3. Diseñar un dormitorio que funcione ahora mismo. La vida es demasiado impredecible para comprar o diseñar para que sirva para el futuro. Diseña para que funcione ahora y luego irás modificando a medida que se necesite. Si hay algún cambio que hacer, es mejor hacerlo cuando se necesite qué vivir rodeado de decisiones para futuras necesidades. Los planes cambian y una estadí­a corta en una casa puede terminar en años o viceversa, por lo que una buena idea es hacer lo mejor que podamos para este momento.

4. Lugares para guardar. Lo mejor es guardar la mayorí­a de los juguetes en lugares que no se vean como placares o cajones e ir rotándolos. Pero también podemos usar objetos para almacenar que sean decorativos y útiles como canastos o camiones. Los canastos en todas sus variantes son muy buenos. Ellos mismos pueden acceder a sus juguetes fácilmente para luego guardarlos!

5. Ayudar a nuestros hijos a atesorar sus tesoros.¿ Hay ciertos objetos que nunca sabemos dónde poner, no se pueden tirar porque son sus tesoros pero andan rodando por toda la casa interminablemente: piedritas o plumas que juntaron en el parque, cartas y dibujos, manualidades, entre otro montón de cosas.Necesitamos un lugar donde ellos puedan guardar todos esos tesoros. El escondite puede ser pequeño, mediano o grande, el tamaño no es importante. Lo relevante es, que exista ese lugar y que sea sólo de ellos. Puede ser un estante, un cajón, una caja o cualquier objeto que pueda contener sus cosas, su lugar especial. Su lugar donde puedan ellos poner y sacar todo lo que amen.

Decorar con sus intereses. ¿¿Que le gusta a nuestro hijo? ¿¿Con qué le gusta jugar?Capaz le gustan los dinosaurios o los camiones y autos también puede ser una amante del fútbol o de los caballos. El cuarto de nuestros hijos debe ser un reflejo de ellos. Podemos utilizar imágenes, objetos reales o sus propios dibujos. Estos se pueden enmarcar y poner en la pared como obras de arte, colgar los objetos, desplegarlos en estantes, o armar un lugar para pinchar imágenes.

Gestionando a Disney.

Amamos Disney, sus personajes, pelí­culas y todo. Cantamos todas las canciones de Frozen y amamos a Moana. Sin embargo, estos pueden quedarse en eso y no convertirse en el tema principal de nuestra casa y de la ropa de nuestros hijos. Si se enamoran de Buscando a Nemo, es buena idea ver libros, posters y todo lo relacionado a la vida en el océano, sus peces y tiburones o si se enamoran de Buzz Lightyear buscar relacionarlo con el espacio y los planetas. De esta manera somos intencionales con la atmósfera que les creamos.

Otro buen consejo, que ahorra disgustos es a la hora de elegir la ropa, si nuestro hijo necesita zapatos y sabemos que va hacer una gran rabieta cuando vea los zapatos nuevos de Elsa y Olaf. Simplemente no lo llevemos. Así­ no lo exponemos a esas decisiones. Hacemos esas compras solos, eligiendo lo que nos parece adecuado como adultos. Si él no sabe que esos zapatos existen, estará bien con los que le elegimos, no se sentirá que está siendo privado de otras opciones más tentadoras.

 

Sentite libre de dejar tus comentarios! Gracias!

M♡

Fotografí­as Biru Capurro. Edición MA.

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